Ouvir o texto...

segunda-feira, 5 de maio de 2014

Museu de Belas Artes (RJ) recebe obras doadas pela Receita

São esculturas, pinturas e um desenho, produzidos entre 1969 e 2012, de autoria de diversos artistas nacionais e estrangeiros

O Museu Nacional de Belas Artes, no Rio de Janeiro (RJ), recebeu mais uma expressiva doação para seu acervo. Como resultado de apreensão pela Receita Federal, foram doadas ao museu 17 de obras de arte contemporânea, de artistas brasileiros e internacionais.

O lote inclui esculturas, pinturas e um desenho, produzidas entre 1969 e 2012, de autoria dos artistas Anish Kapoor, Sergio Camargo e Ivan Navarro, François-Xavier Lalanne, Niki de Saint-Phalle, Edgar Negret, Miguel Angel Riosa, Michelangelo Pistoletto, Juarez Machado, Jorge Eduardo Guinle, Barbara Kruger, Victor Vasarely, Beatriz Milhazes, Daniel Senise, Antony Gormley, Callum Innes e Cildo Meirelles.

Apreendidas pela alfândega da Receita Federal no Porto do Rio de Janeiro, as obras de arte foram doadas por solicitação do próprio órgão, devido ao fato de não haver no local, instalações adequadas de armazenamento, o que poderia causar danos irreparáveis às obras.

Por solicitação do inspetor-chefe da Alfândega no Porto do Rio de Janeiro, Ricardo Lomba Villela Bastos, o Instituto Brasileiro de Museus (Ibram) indicou o Museu Nacional de Belas Artes para receber as obras, que ainda aguardam a finalização do processo de "perdimento" em curso, na qualidade de fiel depositário.

Ao final do processo, as obras serão incorporadas em caráter definitivo ao acervo do MNBA, conforme definido pela Lei 12.840/2013, que prevê a destinação dos bens de valor cultural, artístico ou histórico aos museus nas hipóteses de apreensão, doação em pagamento de dívida ou abandono de obras.

"Além de cumprirmos a missão de garantia do patrimônio cultural preservado, incorporar essas obras ao acervo público do Museu Nacional de Belas Artes significará, além do valor patrimonial e artístico, a democratização do bem cultural, garantindo à sociedade a contemplação de obras relevantes para a arte contemporânea", avaliou o presidente do Ibram, Angelo Oswaldo.

O museu da renda em Vologda, na Russia. As técnicas em exposição são únicas e seculares.

“Há de tudo, desde elegantes vestidos de casamento até tapeçarias. E até mesmo peças feitas em renda preta para homem.”

As técnicas em exposição são únicas e seculares.

A responsável pelo museu, Yulia Evseeva, explica o processo de manutenção: “Para evitar que a renda estique temos um sistema eletrónico especial, estes painéis são levantados todas as semanas, para que a renda possa descansar.”

O museu também dá aulas, para que a técnica de fazer renda seja passada às gerações futuras.

Ao visitar a Rússia vale a pena explorar alguns dos muitos museus. Como o museu da renda em Vologda, a 470 Kms a norte da capital.

Seamus Kearney, euronews:
video em: http://pt.euronews.com/2014/05/05/russia-visitas-rendilhadas-a-vologda/

MUSEOS Y ARQUEOLOGÍA MARINA ( .es )

El Patrimonio Cultural Subacuático evoluciona, en esta faceta de la arqueología moderna, en la forma en la que se expone en los museos especializados. Los restos arqueológicos de procedencia marina requieren proyectos museográficos muy específicos, sobre todo en lo relacionado con la contextualización de los pecios y su forma de ser mostrados a los visitantes de los museos. La procedencia de los tesoros arqueológicos submarinos debe determinar la manera en la que son expuestos y no otra. Creemos que requieren una escenografía museográfica didáctica muy concreta y respetuosa con la forma del hallazgo, que empuje al visitante a traspasar la barrera de nuestro habitat terrestre natural, para “sumergirnos” en el fondo marino y descubrir así su historia. Hasta ahora, la museografía de la arqueología de procedencia marina se distinguía por el almacenamiento y exposición pública de docenas y docenas de ánforas y anclas, docenas de enseres, todo ello rodeados de reproducciones gráficas de fondos marinos (algunas verdaderamente mediocres) o ni tan siquiera eso: almacenamiento en vitrinas y punto.

Foto: Cristoph Gerigk

Toda esta “decoración escenográfica” era y es de un gusto más que discutible. A estas composiciones miméticamente generalizadas museo sí y museo también, hay que añadir la ausencia de unas condiciones ambientales apropiadas para la conservación de objetos arqueológicos, casi todos ellos elementos que han descansado en el medio marino durante cientos de años o más. Las maderas son los materiales que más sufren esta ausencia de tratamiento adecuado en muchos de los museos anticuados, pudiendo observarse el deterioro. Pero no en todos los museos de arqueología subacuática ocurre lo mismo.


Estas museografías anticuadas fueron evolucionando progresivamente con el tiempo. Aquellas que se empeñaban en describir insistentemente, con el uso de aburridos paneles en la mayoría de los casos, lo que eran los barcos y sus rutas comerciales, el mundo de la náutica y sus cargamentos, cambiaría paralelamente a la consolidación de la ciencia de la arqueología científica subacuática. Esta evolución no solo se caracterizaba por el desarrollo y aplicación de una metodología propia y actualizada sino por considerar que el valor histórico no se enfocaba exclusivamente en el hallazgo casual o en el valor del objeto, sino que no se podía abstraer del contexto del trabajo arqueológico. El yacimiento arqueológico es un momento en el tiempo y se debe mostrar así. Además, el desarrollo de las nuevas tecnologías aplicadas a la museografía didáctica, nos ha facilitado a los profesionales dar un enorme salto cualitativo a la hora de mostrar al visitante la contextualización de los retos arqueológico submarinos.

Foto: Cristoph Gerigk

Debemos insistir al decir que en los museos de arqueología submarina se debe aplicar una museografía en la que el discurso expositivo no se centre exclusivamente en la propia exhibición del objeto, como se suele hacer generalmente. Los objetos deben mostrarse siempre de forma contextualizada y sobre escenografías apropiadas (luz y sonido incluidos), con la totalidad de los registros materiales concentrados en el mismo yacimiento y, si pudiera ser, con los restos de la embarcación en el caso de los naufragios. Estos son los cambios, de alguna manera radicales, que se proponen para diseñar un nuevo planteamiento moderno de la museografía didáctica aplicada al campo de la arqueología submarina. Un ejemplo de esta nueva corriente de planteamiento metodológico es lo que se está haciendo en Suecia, por ejemplo, musealizandoin situ los restos del galeón Wassa, hundido en el año 1628, y expuesto en su conocido Wasamuseet que se inauguró hace ya 24 años (los nórdicos nos llevan mucha ventaja). Otro muy buen ejemplo de museo ubicado en el lugar del hallazgo sería el del Museo Vikingo de Roskilde en Dinamarca (más nórdicos), que además propone talleres de construcción de ribera.

El museo Vasamuseet sueco es el primer ejemplo de institución museística construida en el mismo lugar del hallazgo submarino

Otro ejemplo de la exhibición in situ es el Mary Rose, barco de guerra del siglo XVI preferido por Enrique VIII y que se hundió en 1545. Los restos se encontraron en 1971 y fueron extraídos entre 1979 y 1982, siendo expuestos posteriormente en lo que es el museo actual en el mismo puerto de Portsmouth (Inglaterra) y que ha sido totalmente renovado.

Nuevo museo del barco Mary Rose en Portsmouth (Devon, Inglaterra)

En lo que tiene que ver con el Mediterráneo, fue fundamental lo que se comenzó a hacer en las costas de Turquía hace años (no solo son los nórdicos), que no solo consolidó la aplicación de una revolucionaria metodología arqueológica científica en la excavación, sino que propone además toda un nuevo planteamiento de museografía contextual para los hallazgos. Ejemplo de esta nueva metodología es la exposición del pecio de medieval de Serçi Limany, ya a mediados de la década de los años 80. Estos restos fueron expuestos bajo la propuesta de un todo en su conjunto, museografiado en un espacio único. Se exponen los restos originales recuperados del fondo marino sobre un soporte metálico y alrededor de este anclaje artificial se dispusieron los objetos que eran de la tripulación. De esta manera, se trata de forma monográfica la exhibición de los restos de un barco del siglo XI, con sus elementos y toda su información localizada y contextualizada, que nos permite conocer perfectamente como eran aquellos barcos que hacían la ruta comercial entre los puertos de Alejandría y Bizancio, bordeando la costa sirio-palestina. Hay más ejemplos.

Parte de la exposición en el Bodrum Museum de Mugla (Turquía)

Para terminar, podemos mencionar los muy buenos trabajos sobre museografía de la arqueología subacuática como son los museos arqueológicos de Marsala en Tripani (tiene web horrible) y el Hecht Museum de Haifa en Israel, este último con la exposición de una embarcación fenicia que incluye todos los ajuares encontrados, explicando los métodos de construcción de estos barcos que cruzaban constantemente el Mediterráneo en su época de levante al oeste y viceversa. Mencionar también el Museo de Mainz (Alemania) que ha reconstruido dos embarcaciones del siglo III y IV (dispone de los restos de cinco embarcaciones en total) descubiertos en 1982, que sirven para explicar a los visitantes los fundamentos de la armada militar marítima en la zona del Rhin hacia el fin del Imperio Romano. Todos estos ejemplos que hemos señalado han supuesto un gran adelanto sobre la museografía tradicional que antes era “de objetos”, para ahora provocar experiencias didácticas que van más allá de la pasividad que produce la observación de una vitrina repleta de enseres. Estos son lo que podríamos denominar verdaderamente “museos de sitio” que es lo que necesita ineludiblemente una museografía tan específica y compleja. Una museografía del Patrimonio Cultural Subacuático que no sólo está integrada, que es también contextual, informativa, didáctica, que se siente comprometida con la sociedad que busca conocimientos en su ocio y que, además, invita al visitante a proteger este legado importantísimo de la Humanidad, básico para preservar nuestra memoria histórica que ha yacido en el fondo del mar.


Museo ARQUA (Museo de Arquelogía Marina de Cartagena, Murcia, España). Permanecerá cerrado hasta mediados de junio de 2014 a causa de su renovación museográfica

fonte: · en MUSEOGRAFÍA, MUSEOLOGÍA. 

Obras de arte são repatriadas

Países travam verdadeiras batalhas para recuperar peças artísticas que foram parar em museus dos EUA e da Europa



Jornada. Estátua de Perséfone foi encontrada na Sicília, levada ao Museu J. Paul Getty, na Califórnia, para finalmente retornar à Sicília


RACHEL DONADIO THE NEW YORK TIMES

As ruínas da antiga cidade grega de Morgantina se erguem em uma colina do leste da Sicília; há cerejeiras, flores silvestres e tranquilidade e silêncio absolutos, exceto pelo canto dos pássaros. A área há muito foi consagrada a Perséfone; diz a lenda que Hades a puxou para o submundo em um lago próximo.




E foi aqui, bem na periferia da moderna cidade de Aidone que, no fim dos anos 70/início dos anos 80, acredita-se ter sido encontrada uma estátua espetacular da deusa, que a retratava envolta em uma túnica diáfana, com mais de 2 m de altura – a princípio confundida com Afrodite. Feita por volta de 425 a.C., a escultura se tornou uma das peças mais contestadas do mundo.

Sua jornada – da Sicília ao Museu J. Paul Getty, na Califórnia, para finalmente retornar à Sicília – é um retrato contundente do mundo das restituições de obras de arte.

Há alguns anos, vários museus nos EUA e Europa começaram a devolver objetos a seus países de origem, cada caso com uma história própria. Embora muita atenção se dê ao ato da repatriação em si, o “New York Times” decidiu investigar o que aconteceu a diversos objetos depois da volta. Alguns trabalhos, devolvidos com grande alarde, adquiriram um significado maior nos países e/ou culturas que o produziram; já outros, depois de passada a novidade, caíram no esquecimento ou nem sempre se encontram acessíveis.

A maioria dos museus ocidentais agora reconhece o forte senso ético da devolução dos objetos, principalmente nos casos em que esses deixaram seus países de origem sob circunstâncias duvidosas, como no caso da deusa de Morgantina. O Getty, que comprou a estátua em 1988 por US$18 milhões, devolveu-a à Itália em 2011, depois que a promotoria italiana descobriu que tinha sido saqueada, exportada ilegalmente e vendida por comerciantes que muito provavelmente falsificaram sua origem.

Para alguns, a repatriação, particularmente de antiguidades ocidentais, se refere à persistência de um determinado país em um mundo globalizado. “É a teimosia dos objetos”, explica James B. Cuno, presidente e CEO do Fundo J. Paul Getty Trust e autor do livro “Who Owns Antiquity?”.

“Com música isso não acontece; com filmes também não, tampouco com a literatura, mas quando se trata de objetos físicos, eles são evidência de um passado de orgulho definido pelo governo da nação”, diz ele.

Outros questionam se certos museus têm infraestrutura para salvaguardar os tesouros devolvidos – ou mantê-los acessíveis, mesmo longe do movimento das principais cidades e capitais. Os críticos, por sua vez, alegam que tais questões indicam uma atitude quase neocolonial.

A deusa de Morgantina hoje é exibida no Museu Arqueológico de Aidone. A ideia era espalhar os tesouros italianos pelo país para permitir que o público visse os trabalhos no contexto em que foram descobertos. A estátua, devolvida ao som de banda marcial, hoje se ergue orgulhosa sobre uma estrutura metálica.

Dezenas de miniaturas de Kore, ou Perséfone, encontradas ali perto, algumas com a tinta rosa ainda intacta, também estão à mostra, ao lado de outros objetos das eras fenícia, grega e romana da ilha, mas essas preciosidades aguardam aqueles que conseguem fazer a viagem para chegar até lá, nem sempre fácil.

A cerca de 1,5 hora de carro a oeste de Catânia, Aidone fica na província de Enna, a mais pobre da Sicília, e a menos de 25 km de Piazza Armerina, cujos mosaicos romanos, parte de um sítio histórico considerado Patrimônio da Humanidade pela Unesco, estão entre os locais mais visitados da ilha. O problema é que devido à corrupção política, falta transporte público confiável e as estradas muitas vezes estão interditadas.

No ano passado, 30.767 pessoas visitaram o museu de Aidone e 26 mil foram a Morgantina, em comparação com as 400 mil que passaram pela Getty Villa em 2010, ano em que exibiu a estátua.

Os cortes no orçamento público reduziram os recursos para manutenção, segurança e publicidade, conta Laura Maniscalco, arqueóloga e diretora do museu de Aidone desde o fim de 2013. “Não é da minha alçada criar itinerários turísticos, mas posso reclamar das estradas interditadas. Por que não consertam? É um problema político sério”.

fonte:http://www.otempo.com.br/divers%C3%A3o/magazine/obras-de-arte-s%C3%A3o-repatriadas-1.832071