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terça-feira, 7 de julho de 2015

Museo Civico di Belluno

Il Museo civico di Belluno prese spunto dalla donazione avvenuta nel 1872 della pinacoteca del medico bellunese Antonio Giampiccoli, alla quale si aggiunsero la collezione di antichi bronzi, monete, medaglie, manoscritti e libri di interesse locale di Florio Miari; i materiali scientifici già conservati nel gabinetto provinciale naturalistico ed industriale istituito nel 1837; quelli donati dal geologo e naturalista Tomaso Antonio Catullo; la collezione dell’ornitologo Angelo Doglioni e quella del botanico Alessandro Francesco Sandi e molte altre donazioni. 



A completare le testimonianze della storia cittadina e provinciale, il primo curatore Osvaldo Monti, regio ispettore provinciale ai monumenti e scavi, aggiunse i registri deliberazioni dell’antica Comunità di cividàl di Belluno, anch’essi ospitati nel secentesco palazzo del Collegio dei giuristi, sede museale aperta al pubblico nel 1876.

Oggi il Museo accoglie i visitatori con un’ articolata esposizione organizzata per settori. Al piano terreno sono esposti importanti reperti archeologici afferenti l’intera Provincia, tra i quali di grande interesse risulta la sepoltura di un cacciatore rinvenuta in Val Cismon (BL) e databile alla fine del Paleolitico Superiore (12.000 anni fa) la cui fossa era ricoperta da pietre dipinte in ocra rossa. Si trovano testimonianze dell’età del ferro, costituite in buona parte da ritrovamenti provenienti dallo scavo ottocentesco di una necropoli nei pressi di Cavarzano (fibule, coltelli e oggetti in bronzo) e da scavi successivi effettuati in aree limitrofe. Numerosi sono anche i reperti di età romana e dell’Alto Medioevo: da segnalare i due corredi tombali di epoca longobarda, rinvenuti rispettivamente a Mel e a Sospirolo. Il lapidario romano è ospitato nell’androne del vicino Auditorium Comunale: da segnalare la base in pietra calcarea del Cansiglio degli inizi del III secolo d.C. dedicata a Marco Carminio Pudente, che ricoprì importanti funzioni amministrative tra le quali anche quella di patrono del collegium dei dendrophori (addetti alla lavorazione e smercio del legname) e fabri, e la stele funeraria, del II secolo d.C., di Tito Sertorio Proculo che ebbe numerosi incarichi politici e religiosi nel municipium. Alquanto rilevante è poi il sarcofago di Flavio Ostilio e della moglie Domizia del III secolo d.C., visitabile nel cortile di Palazzo Crepadona, sede del Centro culturale cittadino.

Proseguendo nella descrizione della collezione museale esposta al piano superiore di Palazzo dei Giuristi, vi sono numerosi dipinti su tela e su tavola unitamente ad affreschi che illustrano in maniera esaustiva l’arte pittorica bellunese a partire dal XV fino al XX secolo. Di Jacopo da Montagnana (1440?-1499) e di Pomponio Amalteo (1505-1588) sono conservati numerosi frammenti di affreschi che un tempo decoravano la Caminata, sede dell’antica Comunità di Belluno interamente ricostruita e adattata a Tribunale provinciale tra il 1838 ed 1840. Sono inoltre esposte alcune opere di Matteo Cesa (1425-1495), di Bartolomeo Montagna (1450 -1523), Palma il Giovane (1544-1628) e di Domenico Tintoretto (1560-1635). Di grande valore sono le tele settecentesche di Sebastiano Ricci (1659-1734), dipinte per casa Fulcis, come la Caduta di Fetonte; opere pittoriche e grafiche di Marco Ricci, dipinti di Gaspare e Antonio Diziani, di Antonio Lazzarini e di Giuseppe Zais. Del pittore e patriota bellunese Ippolito Caffi (1809-1866), tra i maggiori vedutisti dell’Ottocento italiano, vi sono la tela Venezia con la neve e la nota veduta di Belluno con il Monte Dolada. Il Concerto bandistico di Piazza Campitello di Alessandro Seffer (1832-1905)restituisce, invece, una suggestiva immagine della piazza principale di Belluno di fine ‘800.

Appartengono alle collezioni del Museo anche alcune sculture; tra queste di particolare pregio quelle delMichelangelo del legno Andrea Brustolon (1662-1732), quali il Crocefisso o la cornice con putti. Dello stesso artista sono conservati anche alcuni bozzetti in terracotta e un corpus di disegni preparatori. Di grande interesse infine alcune raccolte solo in parte esposte nelle sale, le tavolette votive di epoca compresa tra il XVIII e il XIX secolo, la collezione Zambelli-Perale di porcellane prodotte da manifatture italiane e europee dal sec. XVIII al XIX, la raccolta Prosdocimi-Bozzoli di gioielli d’oreficeria bellunese tra ‘800 e ‘900.

Per la pinacoteca del Museo è previsto il trasferimento al termine del restauro di palazzo Fulcis, prestigioso edificio settecentesco per le sale del quale furono create da Sebastiano Ricci i capolavori conservati oggi in Museo.

In sede distaccata si trova la sezione scientifica, raccolta formata dagli esemplari del gabinetto provinciale naturalistico ed industriale del 1837, delle donazioni Catullo, Doglioni e Sandi di cui sopra, nonché di quelli della collezione mineralogica- paleontologica e di vegetali di Torquato Taramelli ed di altri significativi reperti fossili afferenti il territorio bellunese.


fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti http://museo.comune.belluno.it/

MUSEOS Y CONCEPTO EDUCATIVO -- · en INSTITUCIONES, MUSEO,MUSEOGRAFÍA, MUSEOLOGÍA, OPINIÓN, PATRIMONIO. ·

Generalmente, la educación significa una puesta en práctica de los medios apropiados para asegurar la formación y el desarrollo de un ser humano y de sus facultades. La educación en los museos puede definirse como un conjunto de valores, conceptos, conocimientos y prácticas cuyo objetivo es el desarrollo del visitante; trabajo de formación, se apoya principalmente en la pedagogía y en el completo desarrollo, así como en el aprendizaje de nuevos saberes.

EDUCACIÓN

s. f. (lat: educatio, educere, guiar, conducir fuera de…). Equivalente ing.: education; fr.: éducation; al.: Erziehung, Museumspädagogik; it.: istruzione; port.: educaçāo.



1. El concepto de educación debe definirse en función de otros términos: en primer lugar, el de instrucción que “es relativo al espíritu y se entiende como los conocimientos que se adquieren y por medio de los cuales uno se vuelve hábil y sabio”. (Toraille, 1985).

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La educación está en relación con el cuerpo y el espíritu a la vez. Se entiende como los conocimientos que se procura actualizar por medio de una relación que pone en movimiento saberes capaces de desarrollar la apropiación y la reinversión personalizadas. Es la acción de acrecentar un conjunto de valores morales, físicos, intelectuales y científicos: el saber, el “saber-hacer”, el ser y el “saber-ser” que constituyen los cuatro grandes componentes del dominio educativo. El término educación viene del latín “educere”, (conducir fuera de…) lo que supone una dimensión activa de acompañamiento en los procesos de transmisión. Está ligada a la noción de despertar que apunta a suscitar la curiosidad y conduce a la reflexión. La educación informal procura desarrollar los sentidos y la toma de conciencia. Es una apertura que supone mutación y transformación más que condicionamiento o transmisión de conocimientos, nociones a las cuales tiende a oponerse. La formación del espíritu pasa, pues, por una instrucción que transmite saberes útiles y una educación que los hace transformables y susceptibles de ser reinvertidos por el individuo en beneficio de su formación humana.

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2. La educación, en un contexto específicamente museal, está unida a la movilización de los saberes surgidos del museo, con miras al progreso y al florecimiento de los individuos. A través de la integración de esos conocimientos se logra el desarrollo de nuevas sensibilidades y nuevas experiencias. ”La pedagogía en el museo es un cuadro teórico y metodológico al servicio de la elaboración, la puesta en práctica y la evaluación de actividades educativas en el medio del museo, actividades cuyo objetivo principal es el aprendizaje de saberes (conocimientos, habilidades y aptitudes) en el visitante” (Allard y Boucher, 1998). El aprendizaje se define como “un acto de percepción, de interacción y de integración de un objeto por parte de un sujeto” lo que conduce a una “adquisición de conocimientos o al desarrollo de habilidades y aptitudes” (Allard y Boucher, 1998). La relación de aprendizaje concierne a la manera particular en que cada visitante integra el objeto de dicho aprendizaje. Ciencia de la educación o de la formación intelectual, si la pedagogía se refiere ante todo a la infancia, la noción de didáctica se piensa como la teoría de la difusión de los conocimientos, como la forma de presentar un saber a un individuo, cualquiera sea su edad. La educación es más amplia y apunta a la autonomía de la persona.



Pueden invocarse otras nociones conexas que maticen y enriquezcan estas aproximaciones. Los conceptos de animación y de acción cultural, tanto como el de mediación, son utilizados corrientemente para caracterizar el trabajo llevado a cabo con los públicos en el esfuerzo de transmisión que realiza el museo. “Yo te enseño” dice el docente; “yo te hago saber” dice el mediador (Caillet y Lehalle, 1995). Esta distinción procura reflejar la diferencia entre un acto de formación y una manera de sensibilización al solicitar que un individuo finalice el trabajo, de acuerdo a la apropiación que haga de los contenidos propuestos. El primero se sobreentiende como una coerción y una obligación, mientras que el contexto del museo supone la libertad (Schouten, 1987). En Alemania, se habla más bien de pedagogía: Pädagogik y cuando se hace referencia a la pedagogía en el seno del museo, se habla de Museumspädagogik. Esto concierne a todas las actividades pasibles de ser propuestas en el seno del museo, indistintamente de la edad, la formación y el origen social del público involucrado.


FUENTE: François Mairesse y André Desvallées para ICOM
@edisonmariotti #edisonmariotti Espacio Visual Europa (EVE)

MUSEO Y VALORES ÉTICOS -- · en GESTIÓN, INSTITUCIONES,MUSEO, MUSEOLOGÍA. ·

De manera general, la ética es una disciplina filosófica que trata la determinación de los valores que guían la conducta humana, tanto pública como privada. Lejos de ser simples sinónimos como se cree hoy, la ética se opone a la moral en la medida en que la elección de los valores no es impuesta por un orden cualquiera, sino libremente elegida por el sujeto actuante. En cuanto a sus consecuencias, esta distinción es esencial para el museo en la medida en que es éste una institución, es decir, un fenómeno convencional y revisable.



En el ámbito del museo, la ética se puede definir como el proceso de discusión que busca determinar los valores y los principios de base sobre los que se apoya el trabajo museal. Es la ética la que engendra la redacción de los principios presentados en los códigos de deontología de los museos, entre ellos el del ICOM.

ÉTICA
s. f. (del griego èthos: hábito, carácter). Equivalente ing.: ethics; fr.: éthique; al.: Ethik; it.: etica; port.: ética.




1. La ética apunta a guiar la conducta del museo. En la visión moral del mundo, la realidad está sometida a un orden que decide el lugar ocupado por cada uno. Este orden constituye la perfección a que debe tender todo ser humano, cumpliendo correctamente con su función, lo que se denomina virtud. (Platón, Cicerón, etc.). Por el contrario, la visión ética se apoya sobre la referencia a un mundo caótico y desordenado, librado al azar y sin puntos de referencia estables. Frente a esta desorganización universal, cada uno es el único juez de lo que le conviene (Nietzsche, Deleuze), es quien decide por sí mismo lo que es bueno o malo. Entre estas dos posiciones radicales que son el orden moral y el desorden ético, se puede concebir una vía intermedia en la medida en que es posible que los hombres se pongan de acuerdo libremente para reconocer juntos valores comunes (como el respeto por el ser humano). Se trata realmente de un punto de vista ético que globalmente rige la determinación de los valores en las democracias modernas. Esta distinción fundamental condiciona aún hoy la separación entre dos tipos de museos o dos modos de funciona- miento de los mismos. Algunos muy tradicionales, como ciertos museos de Bellas Artes, parecen inscribirse en un orden preestablecido: las colecciones se consideran sagradas y definen una conducta modelo por parte de los diferentes actores (conservadores y visitantes) y un espíritu de cruzada en la ejecución de las tareas. En cambio otros, quizá más atentos a la vida concreta de los hombres, no se consideran sometidos a valores absolutos y los reexaminan sin cesar. Puede tratarse de museos más cercanos a la vida concreta, como los de antropología que se esfuerzan por aprehender una realidad étnica a menudo flotante o los museos llamados “de sociedad”, para los cuales las preguntas y las elecciones concretas (políticas y sociales) van más allá del culto a las colecciones.



2. Si bien la distinción ético-moral es particularmente clara en francés y en español, el término en inglés se presta sin duda a confusión (ethic se traduce por ética, pero también por moral). Es así como el Código de Deontología del ICOM(2006) se traduce al inglés por Code of Ethics. Sin embargo, es una visión claramente prescriptible y normativa expresada por dicho código que volvemos a encontrar en los códigos de la Asociación de Museos (UK) o en la Asociación Americana de Museos. Su lectura, estructurada en ocho capítulos, presenta las medidas de base que permiten un desarrollo armonioso de la institución museo en el seno de la sociedad:


– (1) Los museos aseguran la protección, la documentación y la promoción del patrimonio natural y cultural de la humanidad (recursos institucionales físicos y financieros necesarios para abrir un museo).


– (2) Los museos que están en posesión de colecciones las conservan para el interés de la sociedad y para su desarrollo (problema de las adquisiciones y de la cesión de colecciones).


– (3) Los museos poseen testimonios de primer orden, capaces de constituir y profundizar los conocimientos (deontología de la investigación o de la recolección de testimonios).


– (4) Los museos contribuyen al conocimiento, a la comprensión y a la gestión del patrimonio natural y cultural (deontología de la exposición).


– (5) Los recursos de los museos ofrecen posibilidades de otros servicios y ventajas públicas (tema del expertizaje).


– (6) Los museos trabajan en estrecha cooperación con las comunidades de las cuales proceden las colecciones, como así también con las comunidades a las que sirven (restitución de bienes culturales).


– (7) Los museos operan en la legalidad (respeto del cuadro jurídico).


– (8) Los museos operan de manera profesional (conducta adecuada del personal y conflictos de intereses).



3. El tercer impacto del concepto de ética en el museo reside en su contribución a la definición de la museología como la ética de lo museal. Desde esta perspectiva, la museología no se concibe como una ciencia en vías de construcción (Stránsky), ya que el estudio del nacimiento y de la evolución del museo escapa tanto a los métodos de las ciencias del hombre como a los de las ciencias de la naturaleza en la medida en que el museo es una institución maleable y reformable. Sin embargo, como instrumento de la vida social, el museo reclama que se operen sin cesar elecciones que determinen para qué va a servir. Precisamente, la elección de los fines a los que se va a someter este haz de medios no es otra cosa que una ética. Es en este sentido que la museología puede ser definida como la ética de lo museal, ya que es la que decide lo que debe ser un museo y a qué fines hay que someterlo. En este marco ético le fue posible al ICOM elaborar un Código de Deontología de la Gestión de Museos, ya que la deontología constituye la ética común a una categoría socio-profesional sirviéndole a la vez de marco para-jurídico.





fonte: edisonmariotti #edisonmariotti  Espacio Visual Europa (EVE)
François Mairesse y André Desvallées para ICOM 

Museu do Jaçanã recebe exposição de pintor nigeriano



0 Museu do Jaçanã, dedicado à memória do bairro e aberto há 32 anos, recebe a partir deste fim de semana sua primeira exposição individual: a mostra "Elas, Brasil África", com pinturas do nigeriano Chikezie Paul, 44, que mora atualmente em Guarulhos, na Grande São Paulo.


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Nas dez telas exibidas, Chikezie constrói figuras femininas, em tons vivos e fortes. "Já conheci a fome, mas expresso na arte a alegria de minhas raízes africanas", diz.

As obras mesclam suas experiências de vida e transitam pela infância em Lagos, Nigéria, por uma aventura adolescente no deserto do Saara e pela chegada à periferia de São Paulo. Ele usa materiais recicláveis para fazer as telas.

Na abertura, a exposição terá a oficina Abayomi, de confecção de bonecas de pano, e música brasileira. Entre clássicos do piano e chorinho, será tocada a inevitável "Trem das Onze", canção de Adoniram Barbosa que popularizou o Jaçanã.

Museu Memória do Jaçanã - av. Benjamim Pereira, 1.021, Jaçanã, tel. 2241-4286. Ter. a dom.: 10h às 18h. Abertura: 5/7, a partir das 13h. Livre. GRÁTIS


fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti http://guia.folha.uol.com.br/

Bénin : "On a construit un musée parce qu’on a confiance en l’avenir", selon Marie-Cécile Zinsou

"On ne crée pas un musée quand on a 21 ans, qu’on n’y connaît rien", explique la présidente de la Fondation Zinsou, Marie-Cécile Zinsou. Elle crée alors une fondation et en novembre 2013, elle ouvre un des premiers musées d’art contemporain en Afrique de l’Ouest à Ouidah, au sud-ouest du Bénin. A l’occasion des 10 ans de la création de la Fondation de la famille Zinsou, même si "l’heure du bilan n’est pas encore venue", l’ouverture de ce lieu est un aboutissement.

Le musée Zinsou, à Ouidah (Copyrights : Jean-Dominique Burton)


A Ouidah et à Cotonou,

Ce qui surprend immédiatement les visiteurs, en arrivant au musée Zinsou à Ouidah, outre le bâtiment à l’architecture afro-brésilienne de la Villa Adjavon [1] qui l’abrite, c’est la gratuité de l’entrée. Comme sa salle d’exposition de Cotonou, le musée de la Fondation Zinsou se visite sans frais. Au Bénin où la découverte du moindre lieu historique est l’objet de tractations à but lucratif, c’est rare, et cela témoigne de la volonté de la famille Zinsou de faire rencontrer l’art contemporain et le public béninois.


Cette idée est aussi à l’origine de l’acquisition en 2009 d’un bus pour faciliter le transport des enfants de la région jusqu’au musée. Cette initiative s’est réalisée en collaboration avec près de 300 établissements scolaires. Plus de 66 000 jeunes béninois ont été pris en charge de cette façon jusqu’aux lieux d’exposition de la Fondation Zinsou, notamment à Ouidah.

« On construit un musée parce qu’on a une confiance totale dans le futur, je pense que c’est cela qui explique l’émergence des musées en Afrique. Je ne pense pas que c’est parce qu’on est héritier d’une tradition, mais c’est parce qu’on a confiance en l’avenir », justifie alors Marie-Cécile Zinsou, la présidente de cette fondation familiale qui est le fruit de son engagement.

Masque Guélédé de Kifouli Dossou (Copyrights : Jean-Dominique Burton)
« On a cherché ce qu’il y avait au présent et ce qu’on voulait faire dans l’avenir »

La création de ce musée d’art contemporain, un des premiers en Afrique de l’Ouest, est l’aboutissement d’un travail qui débute en 2005. « On ne crée pas un musée quand on a 21 ans, qu’on n’y connaît rien et qu’on n’a surtout pas d’œuvres à conserver », indique Marie-Cécile Zinsou. « On a créé une fondation avec un espace d’exposition et au bout de huit ans, on a créé un musée parce qu’on avait un lieu, on avait des collections et des personnes qui savaient gérer ».

Glele de Cyprien Tokoudagba qui a représenté les emblèmes du roi Glele du royaume du Dahomey (Copyrights : Jean-Dominique Burton)

Une sélection d’œuvres de la collection de la famille Zinsou est exposée dont celles de Romuald Hazoumé, un artiste qui a accompagné le travail de la Fondation depuis sa création, et de Cyprien Tokoudagba, deux grands noms de l’art contemporain béninois. Des artistes sud-africains, éthiopiens, nigérians et ougandais sont aussi exposés dans ce lieu qui matérialise la réalité de l’art contemporain africain. Traditions et messages politiques se mêlent et participent à l’expression d’une réalité brute, à travers des réalisations percutantes qui se veulent être le reflet de l’Afrique d’aujourd’hui et de demain.


Œuvre de Bruce Clark (Copyrights : Jean-Dominique Burton)

La ville de Ouidah au sud-ouest du Bénin est devenue un haut lieu de la commémoration de l’esclavage. La porte de non-retour qui fait face à l’océan a été, durant des dizaines d’années, franchie par des milliers d’esclaves en partance pour les Amériques. Depuis novembre 2013, la ville accueille le musée qui apparaît comme un trait d’union entre le passé et l’avenir du pays. « Il y a une émergence réelle des lieux aujourd’hui mais elle n’existait pas quand on a commencé. On a cherché ce qu’il y avait au présent et ce qu’on voulait faire dans l’avenir », selon Marie-Cécile Zinsou.

Cette avenir semble sourire à la fille du nouveau Premier ministre béninois Lionel Zinsou, qui se projette déjà dans de nouveaux projets avec comme objectif la sauvegarde du patrimoine.

Marie-Cécile Zinsou, avez-vous envie d’ouvrir d’autres musées ? :


La Villa Adjavon, érigée en 1922, est l’un des témoignages majeurs de l’élaboration d’un langage architectural original nourri de syncrétisme : le style afro-brésilien. Un an de travaux a été nécessaire pour restaurer cette édifice du patrimoine de Ouidah.


fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti
http://www.afrik.com/benin-on-a-construit-un-musee-parce-qu-on-a-confiance-en-l-avenir-selon-marie-cecile-zinsou

Des astéroïdes au musée

Pour honorer la journée de l’Astéroïde, le musée national d’Histoire naturelle a exhumé des pièces de sa réserve. Une occasion rare de poser ses yeux sur des pierres venues de l’espace, jusqu’à dimanche.

Cette météorite venue de Henbury (en Australie)
est une des pièces présentées au musée. (photo MNHN / Weber)

Jusqu’à présent, et en attendant la fin des rénovations (fin 2016), les météorites avaient droit à la portion congrue dans l’enceinte du musée national d’Histoire naturelle, dans le Grund. Pour autant, le MNHN n’hésite pas à profiter de l’actualité pour offrir exceptionnellement aux yeux du public quelques-unes de ses plus belles pièces. Hier, c’était la journée de l’Astéroïde et l’occasion était toute trouvée.

«Nous possédons une collection de plusieurs centaines de fragments de météorites, ces pierres venues de l’espace, explique Eric Buttini, conservateur de la section géophysique/astrophysique du musée. Nous avons donc choisi d’en sélectionner quelques-unes pour les exposer dans deux vitrines.»

Une grande partie de ces pièces a d’ailleurs été acquise récemment. «Le but de notre collection est essentiellement pédagogique, pas uniquement scientifique. C’est-à-dire que nous achetons les pièces sur le marché officiel pour alimenter nos collections en fonction des expositions. Ainsi, nous pouvons montrer de vraies météorites au public, notamment aux enfants qui, parfois, peuvent même manipuler les plus grosses», avance le conservateur.

Pour Eric Buttini, une des météorites les plus intéressantes exposées en ce moment est un objet provenant du sol de la planète Mars. «Il s’agit de notre dernière acquisition. Nous l’avons depuis un gros mois seulement, précise le scientifique. Imaginez un astéroïde venu percuter Mars. Lors de ce choc violent, des fragments de sol martien se sont envolés jusque dans l’espace. De là, certains ont fini par retomber sur Terre. C’est un de ces morceaux que nous avons.»

Fin 2016, elles auront leur propre salle

Puisqu’un incroyable concours de circonstances est nécessaire pour que cette roche martienne termine son périple sur notre planète et qu’un découvreur mette la main dessus en connaissance de cause, on comprend que ce type d’objet est particulièrement rare. Et pourtant, l’exemplaire que détient le musée et qui a été trouvé à Oman en 1999 n’est visuellement pas très spectaculaire avec ses neuf petits grammes et son envergure d’environ deux centimètres!

Mais d’ailleurs, comment peut-on être sûr que ce petit caillou soit martien? «Récemment, des robots qui se sont posés sur Mars ont analysé le sol de la planète et l’analyse de notre fragment a montré que ces composants étaient identiques», assure Eric Buttini.

À ses côtés, on peut également observer une plaque de 41 grammes provenant de la météorite suédoise Muonionalusta trouvée en 1906, un fragment de 46 grammes de la météorite de Henbury, trouvé en Australie en 1931 et présentant une très belle croûte de fusion, un morceau de 78 grammes du Tres Castillos, trouvé en 1992 au Mexique (Chihuahua) ou encore une autre pièce maîtresse de la collection : ce morceau de 18,5 grammes de la météorite de Dar al Gani 861, trouvé en Libye à Hammadah al Hamra, en janvier 2000.

À côté de ces raretés que le public luxembourgeois n’a pratiquement jamais pu observer jusque-là, le musée a également concocté une petite exposition sur les exoplanètes, ces planètes situées en dehors de notre système solaire. Le tout sera exposé au musée jusqu’à dimanche (au moins). De quoi patienter jusqu’à la fin de l’année 2016, où les météorites trôneront dans la toute nouvelle salle d’astronomie!
Erwan Nonet


fonte: @edisonmariotti #edisonmariotti
http://www.lequotidien.lu/culture/des-asteroides-au-musee/